By Daniel Merino
Pues ahí estamos de nuevo, escasos seis años de espera para volver a festejar con la única verde que nos da alegrías de talla mundial. Porque el día de hoy se vale ser adulto y a su vez idolatrar a un niño, porque el día de hoy todos nos vendamos como momias para honrar a nuestra nueva figura, porque el día de hoy no recurrimos a “legumbres” para sentirnos orgullosos –lo de hoy son los “metales”-.
Este es el México que nos da motivos para sentirnos inmensos. Este es el México que nos hace olvidar que vivimos en un mar de adversidad. Este es el México que nos orgullece. Este es el México… ¡este es el México que queremos, carajo! Porque hoy se confirma que lo de ese glorioso octubre en Lima no fue “churro”, hoy se confirma que México es una potencia de la categoría.
La cosa ya está hecha.
En la competencia, se borró del mapa a los futuros Ronaldos, Francescolis
y Maradonas. Y se puede afirmar que de México pueden salir apellidos de ese calibre. Donde ojalá, los Gómez, los Espericueta y los Fierro; lleguen a hacernos pensar en grande. Llegar a formar a la selección que todos anhelamos, una selección mayor que sí compita y que no se quede con la mediocre ilusión de un modesto 5to partido.
Porque como hinchas podremos siempre festejar e inflarnos el pecho de que somos de este grandioso y pintoresco país y que ya dos veces quedamos campeones en inferiores. Pero sólo nosotros ¡eh! Porque más allá del Potro Gutiérrez -que ya cumplió- todos los demás a partir de mañana tendrán que comenzar a chambear. Así como en estos momentos, seguramente, el Arsenal, el Barça y un sinnúmero de equipos tienen santo y seña de nuestros nuevos Niños Héroes y mañana empezaran su trabajo contactando a quien corresponda para tenerlos en sus filas. Los inmersos en nuestro fútbol nacional ya tienen que planear el futuro de estos chavos.
Si, seguramente, Televisa y TvAzteca se encargarán de recordarnos con su barata programación que México fue Campeón este 2011. Ojalá -como los evidentes dueños que son en nuestro fútbol- también ayuden para que el campeonato alcance nuevos aires. Porque como mexicanos queremos nuevos Giovanni dos Santos, nuevos Pablo Barrera y nuevos Héctor Moreno. Y no sólo eso, queremos de esos jugadores que en nuestra tierra no se han dado nunca. Pero eso sí, no queremos a futuros Ever Gúzman, Juan Carlos Silva o César Villaluz que se quedaron en promesa.
Así que ¡por el amor de Dios, que ésta sea la buena! Porque de nuevo, el día de hoy, podemos estar presenciando el “parteaguas” para que en un futuro: de México las mayores alegrías nos la den la selección grande. Confirmado que el material es de calidad y que sólo falta que quien trabaje con este material sepa como utilizarlo.
Aclaro que esta NO pretende ser la nota amarga. Al contrario, hoy nuestros Sub-17 y todos los inmiscuidos en su desempeño, se merecen una ovación de pie. Y que también en este momento se vale decir ¡Viva México Cabrones!...pero que conste que a partir de mañana esto es una memoria más. A partir de mañana tiene que comenzar el trabajo. Tienen que comenzar a pulirse estos diamantes que tenemos.
Jugador muy habilidoso capaz de desempeñarse como 10 o punta, este colombiano tiene que ser el estandarte del anfitrión. Su buen juego le permitió desde corta edad llegar al fútbol argentino con Banfield donde no sólo se convirtió en el jugador extranjero que anota gol más joven (17 años), sino que fue pieza fundamental para que el Taladro consiguiera el Apertura 2009. Inmediatamente después, fue adquirido por el Porto de Villas-Boas, donde lo ganó todo, siendo muy importante sobre todo en la obtención de la Copa Portuguesa.
