Así es lo que rezaba una manta mostrada por los aficionados citizens durante el encuentro en
el que, prácticamente, se disputaba la corona de la Premier League. Para que
vean que soy buen pedo, se las traduzco. Y dice más o menos así: “El vecino
molesto se está volviendo más fuerte, Alex”. Bueno, es sólo una de las varias
maneras en que se podría traducir ese texto, pero el chiste es la idea
principal. El Manchester City se ha convertido en un serio rival para su vecino
rojo.
La tremenda inyección de dinero árabe está rindiendo frutos.
La ciudad de Manchester ya no es sólo de uno. Se ha vuelto una disputa a muerte
entre ambos. Y por ahora el City lleva la delantera.
En el pasado reciente nos podíamos encontrar con un
resultado aplastante. Me refiero a aquella vez que el City se plantó en el Old
Trafford para pegarle un baile monumental a los Reds Devils y humillarlos al son de 1-6 en el mismísimo ‘Teatro de
los Sueños’, sólo que esta vez el sueño se le cumplió a los visitantes. Pero desde luego, era casi imposible que al United le volviera a
suceder una catástrofe como esa. Todo indicaba a un partido de poder a poder en
el que nadie regalaría nada.
Bueno, pues les comento que estábamos equivocados al pensar
eso. Sir Alex Ferguso regalo totalmente las acciones del partido al City, que
propuso desde el comienzo, y creó importantes jugadas de peligro para el arco de De Gea. Y es que jugar con sólo Rooney en punta y dejar en la banca
a uno de tus mejores hombres como lo es Valencia, no augura cosas buenas. El
United jugó a que el City tuviera el balón. Esperaba aprovechar una rápida
descolgada para tomarlos mal parado, cosa que nunca sucedió. El City, muy gustoso,
tomó el balón e hizo lo que quiso con él, aunque al cerrojo defensivo de los Reds hay que sumarle que el ataque citizen no andaba muy fino. Total que el
único gol del partido tuvo que caer por un tiro de esquina que Vincent Kompany mandó a
guardar de un cabezazo.
Después de este partido, pareciera que Sir Alex quedó
siscado con aquel 1-6. No quiso regalar espacios atrás. El problema fue que se
preocupó tanto por defenderse bien, que se le olvidó que también debía atacar.
Para muestra, un número frío: el United tuvó la increíble cantidad de cero tiros
a portería. Así es, ni un tiro tuvo siquiera dirección a gol. Fue una noche
muy, muy tranquila para Joe Hart, que bien pudo irse a echar un café, regresar y
nadie se habría dado cuenta.
Con el City en la cima de la Premier League, más allá de si
logra o no coronarse, que es lo más probable mientras no deje ir los últimos 6
puntos en juego y el United no golee a alguno de sus rivales, ha demostrado que
ya no es ese rival pequeño que no representaba amenaza alguna. Ahora es un
rival de respeto, con jugadores de extraordinaria calidad como Agüero, Tevez,
Dzeko, Silva, Nasri, etc. Y así es como el City le hace saber a su vecino que “the lousy
neighbor is getting louder”
No hay comentarios:
Publicar un comentario