lunes, 30 de junio de 2014

Renovada Ilusión. Mismo Final

Por César Hurtado

La historia de cada cuatro años se repitió. El mentado quinto partido sigue siendo un mito para México. Y a pesar de, como aficionados, no aprender la lección, algo había diferente en este equipo.

Después de una eliminatoria desastrosa, donde la deportividad y honestidad del vecino del norte nos dio una segunda oportunidad, nadie, absolutamente nadie, esperaba el desempeño que mostraron en sus 4 partidos. Tuvieron una unión de grupo como pocas. Ilusionaron a un pueblo ávido de un éxito aunque, estrictamente, sea ajeno. El ‘Piojo’ tomó un equipo resquebrajado, para unirlo con pegamento industrial. Se merecen un enorme aplauso y nuestro reconocimiento, aunque no haya sido suficiente para poder alcanzar el dichoso quinto partido.

Más allá de todas las virtudes de este equipo, México no se atrevió a atentar contra su historia. Pero esos sí, basta del “jugó como nunca”, México jugó como siempre y perdió como siempre. Se tuvo a Holanda en la juguera, pero no se tuvo el valor de exprimirla. Después del gol al 50’, sólo queríamos una cosa: Que se acabara el partido. México no tuvo la capacidad de manejar el partido, y es que es tan importante saber reaccionar ante la ventaja como ante la desventaja. México se vio adelante gracias a una genialidad de Dos Santos, y se pensó que con eso sería suficiente.  Con un México tirado atrás ante un equipo que cuenta con Robben, no se podía esperar otra cosa.