miércoles, 6 de julio de 2011

Campeones sin corona

By Daniel Merino

Frase trillada, muchas veces mal utilizada, para describir a alguien que merecía más de lo que obtuvo. Pues bien, el fútbol ha sido vitrina de grandes equipos y jugadores  que por asares del destino, no pudieron llegar a lo más alto.

He aquí la lista de jugadores que merecieron, por su juego, mucho más de lo que el fútbol les dio:


Ferenc Puskás (Hungría)
Era 1954 y el Mundial se desarrollaba en Suiza. Los húngaros, en ese entonces llamados  los Mágicos Magyares, llegaban como grandes favoritos para alzar la Copa Jules Rimet. Ese equipo rodeado de figuras, entre las que destacaban Szusza, Bozsik y Kocsis; estaba comandado por uno de los grandes goleadores que el balompié nos ha dado.

Puskás llegó siendo el gran líder de una Hungría que registraba más de 30 partidos sin conocer la derrota. Humillando a cuanto rival se les enfrentara en la competencia, llegó a final contra Alemania Federal. Anotó el primer gol y apenas a los ocho minutos, su selección ya se encontraba 2-0 a favor. A partir de ahí, el declive comenzó y, a sólo seis minutos para acabar, se dio la gran voltereta en una de esas grandes finales que nos ha regalado la Copa Mundial.

Posterior a eso en el ’58 y ya con 31 años de edad, llegó al Real Madrid para convertirse un en leyenda merengue. Hoy el Premio al Mejor Gol del Año lleva su nombre.


Johan Cruijff (Holanda)
Conocido mundialmente como Cruyff, es considerado uno de los más grandes revolucionarios que ha dado este deporte. El ídolo del Ajax y comandante de la selección holandesa de 1974, dirigida por Rinus Michels, era el gran crack de la época.  El llamado Fútbol Total de Holanda (apodada por su juego Naranja Mecánica), pasaba inobjetablemente por los pies del dorsal 14.

Como en ’54 con Hungría, la historia se repitió con los holandeses: se  enfrentaron a Alemania en la final, se pusieron al frente en el marcador y les terminaron dando la vuelta. El hoy considerado dentro de los cuatro grandes de la historia, no regresó al mundial del ’78 por motivos personales. Ahí, Holanda de nuevo fue subcampeón generando así la eterna duda “¿Qué habría pasado si Cruyff hubiera estado ahí?”

De todos modos su legado no fue en vano, cimentando las bases para que el Barcelona (alguna vez dirigido por él), sea el equipo más efectivo de la actualidad.


Arthur Antunes Zico(Brasil)
La sequía post-Pelé, parecía llegar a su fin en España ’82 al conformarse un gran equipo liderado por el gran ídolo del Flamengo. Zico era el motor de un Brasil destinado a la gloria.

La primera ronda fue cosa fácil, pasando por encima a las selecciones de Nueva Zelanda, Escocia y a la ahora extinta URSS. La segunda ronda (también de grupos) encontraba un reto más importante al quedar acomodados con dos grandes selecciones. Argentina no causó mayor complicación, la gran figura arrancó la fiesta anotando y el partido concluyó con un 3-1 que también mostraba la contundencia de la verdeamerela en general... Pero llegó Italia y su famoso catenaccio que aunado a un Paolo Rossi inspirado (metió 3 goles) deshizo la ilusión del Scratch.

En la actualidad está abriéndose brecha como DT, con resultados variados. Veremos si algún día llega a dirigir a su país.


Michel Platini (Francia)
La década de los 80s estuvo plagada de figuras, a Michel le tocaba ser el genio por el que pasaba todo el fútbol galo. Era 1986 y Maradona estaba a todo lo que daba, además del Diego, figuras como Lineker, Zico y Brehme engalanaban la justa mexicana. Francia accedió invicto a la siguiente ronda, no tuvo problemas contra Italia en 8vos, aún con Platini fallando en la tanda de penales contra Brasil en 4tos, los galos lograron superar a los comandados por el gran Zico... Pero llegó Alemania y se acabaron las ilusiones, un gol de Andreas Brehme al inicio del juego y el toque de muerte de Völler a un minuto de acabar, sepultaron las ilusiones de los bleus que quedaban fuera a tan sólo un paso de la ansiada final. 

Más allá de la desilusión de aquél Mudnial, su excelentes dotes técnicos demostrados en equipos como Saint-Etienne y la JUeventus, hacen que sea considerado uno de los mejores jugadores que ha dado el continente europeo, sus goles, sus campeontaos locales y sus campeonatos internacionales lo avalan.

Paolo Maldini (Italia)
Este es un caso aparte. El gran capitán y, tal vez, máximo emblema en la historia del Milán, participó en las cuatro Copas del Mundo previas a la del 2006. En Alemania, a diferencia de los ejemplos previos,  la Selección Italiana si se erigió como la mejor del mundo. Sin embargo, El Eterno, no participó en ella. Ya con 38 años de edad, la polémica se armaba entorno a “si era adecuado llevarlo a la Copa del Mundo”, Marcelo Lippi (DT) no lo consideró prudente y tuvo que verla desde afuera. La azzurra fue la grata sorpresa de la justa, pero el histórico Maldini fue el gran ausente.

Demostrando todavía su valía, en el año inmediato al título italiano, fue pieza importante para que el Milán se proclamara Campeón de la Champions League y a la postre ganara el Mundial de Clubes. Un premio de consolación para el memorable defensor retirado apenas hace un año.


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