Tiempo de árabes

Por Daniel Merino

Ya están comenzando las ligas más importantes de Europa, las expectativas crecen y nunca pueden faltar las predicciones de cómo se desempeñarán los equipos más populares. Hoy, más allá de pensar en si el Barça seguirá dominando La Liga, en si el Chicharito meterá más goles que en la pasada temporada de la Premier o si a Ochoa le irá bien en el Ajaccio; las miradas se centran en tres equipos muy particulares: Manchester City (Inglaterra), Málaga CF (España) y Paris Saint-Germain (Francia). ¿Qué tienen en común? Los tres están en dominios de gente de Oriente Medio.  Jeques de Emiratos Árabes y Qatar, en el City y Málaga respectivamente, y el Fondo Soberano de Inversión de Qatar en lo que respecta al PSG.

A sabiendas de que estas personas no se andan con juegos, lo de los tres equipos es verdaderamente de llamar la atención, pues ninguno de los tres figura como equipo importante en su liga y como “maná del cielo” les cayó esto. Ahora son equipos que prometen por el simple hecho de que sus señores dueños no tienen ningún reparo en gastar fortunas para hacerlos competitivos. Pero ¿será que les alcance?

Primero tendremos que evaluar a qué aspiran y contra quién compiten en sus respectivas ligas:

Comenzando con el Manchester City, podemos decir que es el equipo que vive en la sombra de su vecino de a lado, Manchester United. Los citizens jamás han sido pieza fundamental de la Premier (antes Primera División Inglesa) y compiten contra las carteras más prominentes del fútbol. En Inglaterra las cosas no son nada fáciles para los equipos que no son grandes, la liga está tan marcada que la diferencia entre los importantes es mucha en comparación con los de media tabla o los peleadores de descenso.

Más allá de eso y tomando como referencia al último equipo convertido en importante -Chelsea- no sería de sorprender que el City en breve fuera campeón de la Premier. Por lo pronto el primer paso ya lo han dado al clasificarse a su primera Champions League y alzarse con un título (FA Cup) después de tener un sequía de más de 40 años. Hoy los Blues tienen obligatoriamente que ser campeones. Su plantel así lo indica, con un Tévez que seguramente reaccionará (como siempre lo hace) aunado a las figuras que ya estaban -Dzeko, Hart, Lescott, Silva, Touré- y a los recién incorporados Agüero y Clichy; el Manchester de importancia ahora tendrá que ser el que viste de azul.

En cuanto al Málaga, las cosas son muy diferentes que en el anterior caso. Sería tonto siquiera vislumbrar a los albiazules alzando el trofeo de La Liga a mediados de 2012, es evidente que ahora en España el de mayor responsabilidad para ganar será el Real Madrid (viviendo a la sombra del Barça los últimos tres años). Sin embargo, parece que los problemas de descenso vitalicios por los que pasaban estos andaluces se han esfumado. 

Es cierto, los malaguistas de las últimas temporadas -particularmente la 2008/2009- bien podrían considerarse revelación, al tener un presupuesto bajo y aún así pelear por lugares en competencias europeas. Pero ahora, con el Jeque Al Thani, las cosas se han tornado alegres al encargarse de formar un equipo competitivo que de la mano de Manuel Pellegrini podrá aspirar, ahora sí como objetivo primario, a luchar por ir a una competencia Europea y dar alguna campanada en la Copa del Rey. A Demichelis, Baptista y Rondón, se suman Buonanotte, Joaquín, Toulalan, van Nistelrooy, Cazorla y algunos otros más que pretenden hacer a este equipo pasar de su modesta media tabla de la temporada pasada a, mínimo, regresar a la Europa League y, por qué no, llegar a Champions. Algo inimaginable hace cuatro escasos años inmersos en crisis y pertenecientes a la Segunda.

Concluyendo con el PSG, habremos de decir que más allá de que son la última flamante incorporación al Grupo de los Árabes serán los que menos sufran. La Ligue 1 había sido monopolizada por el Lyon por casi toda la década pasada, ahora volviendo a la realidad con diversidad de campeones y siendo un equipo de la capital que, por cierto, tiende a competir de buena manera en cada torneo (incluso jugarán esta nueva Europa League); los parisinos hoy están para aspirar a cosas grandes.

Por lo pronto, la Ligue 1 tendrá que ser prioridad. A los figuras del club –Luyindula, Nené y Sakho-se les han unido otras que tendrán que marcar diferencia como Menéz y Sissoko de buenas actuaciones en Italia con Roma y Juve respectivamente pero, sobre todo, de Javier Pastore que llega después de haber sido “peleado” por los clubes más importantes del mundo y convertido en el fichaje más caro en la historia del fútbol francés como la figura que tendrá que romper la liga. Es probable que para junio podamos comprobar el éxito de los rojiazules.

Así están las cosas, si bien el dinero no lo da todo en el fútbol, si da pie para que se armen equipos con calidad. En el caso particular de los tres equipos mencionados, tendrán esa responsabilidad de justificar sus gastos. Además, para un espectáculo europeo que siempre se llevan los mismos equipos, el ver a nuevos competidores dentro de los podios suena bastante atractivo. Esperemos que en breve pasen de ser expectaciones a realidades. Mientras tanto, al inicio de sus competiciones son aspirantes a ser mucho más que simples participantes de sus ligas. Habremos de ver qué pasa.