Venga la venganza

Por Daniel Merino

Excluyendo al italiano AC Milán que se postula desde ya a repetir su Scudetto de la temporada pasada, con un equipo sólido, una Juve desmoronada y un Inter en proceso de también hacerlo; los otros dos países que presumen las mejores ligas del mundo, al menos en sus Recopas (Community Shield inglés y Supercopa española), nos hacen vislumbrar prometedoras campañas

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Con tan sólo una semana de diferencia, lo visto en los derbis –el de Manchester y el de España- nos recordó el porqué de la popularidad de sus ligas a nivel mundial. Más allá de eso, para varios seguidores de fútbol –incluido yo-el constante cliché del comentarista como “el Barça es una máquina” o “Wembley se viste de Rojo” ya nos tienen hasta la madre. Nada personal, pero la monotonía de resultados en esas competencias, si bien no le quitan lo bonito al fútbol practicado en esos países, sí hace que sea un tanto tedioso seguir las posiciones, resultados y demás cosas que rodean a nuestra pasión “europea”.

En los últimos tres años el Real Madrid no le ha visto ni el polvo al Barcelona, porque efectivamente, el Barça es una máquina. No obstante, no es sano que una liga de tanto renombre se monopolice de esa manera. Si eso pasa en Francia o en Escocia está bien, al fin de cuentas de este lado del charco a nadie le interesan esas ligas –aún con Ochoa en la francesa o (antes) Juárez en la escocesa-. Pero, por favor, que eso no pase en España. De por sí, es triste que equipos como el Valencia o Villareal a lo máximo que aspiren sea al tercer lugar, como para que el Madrid comience a adueñarse tan sólo del segundo puesto sin poder quitar a los blaugranas de lo más alto del podio.

Así es la Liga Española, si el Madrid queda en segundo lugar, su torneo de mediocre no lo baja la gente. Y así te llames José Mourinho, Manuel  Pellegrini o Chelís, de inepto no te libras. Es por eso necesario que comience de nuevo lo bueno y esta Supercopa, que si bien a ninguno de los dos le importa más que para alimentar su ego, puede ser el parteaguas que requieren los merengues para mover de la cima a los catalanes. De entrada, el equipo se ve sólido, a The Special One -Mou- le va bien en sus segundos años, es un crack de la dirección técnica, ya se quitó a Valdano de encima, ya “limó asperezas” con los que no le agradaban y, sobre todo, su egocentrismo no le permitiría otro insípido año conformándose con un escueta Copa del Rey. Por otra parte, el Barça… el Barça… pues el Barça ya lo obtuvo todo y salvo las incorporaciones de Fábregas o Alexis Sánchez que buscaran ser parte de la historia de éxito, “hasta al más marrano se le quita el hambre”, es decir, después de ganar absolutamente todo lo que le han puesto enfrente, va a ser muy difícil que siga saliendo con, precisamente, ese hambre de obtenerlo todo para dejar de ser el segundón en España. O ¿apoco después de estos tres años, alguien se animaría a volver a poner a los culés por debajo del Madrid, justo como les sucedió en sus más de 100 años de historia pasada (aún con el Dream Team en ese lapso)?

Ahora, para dar paso a los isleños, podemos decir que en Inglaterra exista quien exista, aún con un Chelsea luchón, un Liverpool histórico y un Arsenal bonito, el mandón es el Manchester United.  Eso sí, porque el vecino de azul estaba durmiendo y apenas despertó se acordó que el de rojo es nefasto. Bueno no, la verdad es que aquí la cosa son los árabes. El City se sacó, literalmente, la lotería cuando desde Abu Dhabi llegó su muy adinerado salvador. El típico que en lugar de jugar en “Modo DT” en el FIFA, prefiere hacerlo un poquito más divertido y comprar a un equipo de verdad en pos de hacerlo grande (OK, no es tan típico).

Pues sí, ahora los azules quieren incomodar a los Devils y de paso confirmar que los Blues peligrosos son ellos y no el Chelsea. Al menos en la Premier Inglesa la cosa es diferente que en La Liga, porque mientras con los españoles compite uno con miras a que sean dos (de nuevo). Con los ingleses compiten dos con miras a que sean tres. El tercero en discordia esta y las temporadas que siguen, tendrá que ser el Manchester City.

En fin, a esperar qué pasa en esas dos ligas. Por el bien del espectáculo, sería ideal que despertara el Madrid y que surja un nuevo grande enfundado con la del City. Porque el méndigo fútbol fue muy cruel con nosotros hace apenas unos meses al regalarnos derbis por montones, sin especificarnos que iban a ser tan insípidos que hasta la mismísima Copa Oro los iba a opacar. Por lo pronto, ya empezaron a jugar esto cuatro y parece que el fútbol nos quiere recompensar, esta vez, con posibles venganzas que ilusionan.